Cuidadoso, posesivo, lujurioso, concreto, atento, observador, lector, artista aficionado, sentimental, astral, amante, eficaz, certero, persona, amable, intuitivo, psicoanalista, Contreras, fiel, inteligente, persuasivo, cuidadoso, sensible

viernes, 8 de agosto de 2014

El peso

Un enloquecer en la oscura sensacion de encierro, en la opaca quietud del silencio, cuando el tiempo se detiene siendo amable con aquellos que descubren el frenesí de la embriagues. Allí el esquizoide razonar se enreda con el beneplacito del romanticismo, con la palabra entre abierta, mas no cuenta con que cree aun en lo perdido de la declaración hecha, entoces el peso de lo dicho sobrecoje a la locura, el valor al compromiso ensiende el juicio, y el respeto se pone en entredicho, asi como la cualidad de la libertad.

martes, 17 de junio de 2014

Confesiones en una taza de café

Es un sin saber, un sentir por sentir, un avanzar sin pensar. Cuando todo se estremece, desde las conjeturas del alma, desde los pliegues de la pena que embarga, es una cosa irrisoria, es un lenguaje desconocido y terco, un fantasma que me obliga a mantenerme alerta, a una constante súper vigía de los impulsos, será que me estoy viendo superado? Es una pregunta que no tendré respuesta clara, es una línea tangencial que abarca desde los momentos de mi concepción, es así como la historia nos pesa, pero también nos une, nos arma, y nos puede desarmar, el proceso de reconstrucción es ambivalente, es una incongruencia y un fin en sí mismo.

Cada vez que lo tengo cerca es una ola de calor que supera mi regulación gradual, es una revolución hormonal que me impide mantener los límites de la cordura, necesito sentir su cuerpo, su respiración, su miembro entrando en mi cuerpo como si fuera  una lanza hierro algodonado, es una especie de dolor alucinógeno que envicia. Es una tortura de placer, se impregna en mí su aroma, se marca en mi piel su textura y la porosidad de su cuerpo, es cada vez más claro. Resuelve penetrar más allá de mi cuerpo, más allá del pensamiento, es transversal a la existencia de mi ser, en el aquí y en el ahora, es cuando dejo de pensar, en realidad es cuando se tensiona la relación de mi mente lógica y cuadrada enfrentándose a al desborde de mis emociones…

jueves, 17 de abril de 2014

El tiempo ido...

¿No son las hojas ya caídas, las que envejecen el paisaje?
¿No son estas las que nos traen los dulces recuerdos de antaño?
¿No son estas las que nos dicen que un nuevo ciclo está por comenzar?
¿No son esas, arrastradas por el viento, los momentos por recordar y que no queremos?
Esta es la época que nos dice que un ciclo recomienza,
Y de vez en cuando el cielo nos grita,
Y vuelven a nosotros los miedos a la existencia.
Shuu! Es el viento quien nos habla,
Es el viento, te atrae (…), nos arrastra,
Mueve los árboles que forman y entonan un canto armónico.
Esta es la época en que se huele el amor rugoso que se llueven en la nostalgia de un tiempo ido,
Y nos atrevemos a decir Te amo.
Te amo porque el cielo lo grita,
Por que el viento lo susurra,
Porque los árboles bailan armoniosos, formando ondas románticas,
Te amo porque el romanticismo está impregnado en el paisaje,
(…) te amo porque son las hojas
Las que envejecen el paisaje.


Dafecio Clio.

martes, 11 de marzo de 2014

Un 11 de...


Entonces se siente aroma a mujer, dijo aquel que ya vuela por los aires de Latinoamérica convertido en ave visionaria y espíritu de culto. Si pareciera ser un racconto que se levanta de una nebulosa de emociones y percepciones, una sensación de orilla de acantilado, de cruce de la muerte sobre la cuerda floja.

Porque entonces todo puede cambiar, el aroma de mujer se impregna de la vorágine avallasadora de  cambio, de corte de ciclo, de recomienzo, un cambio sin nuevos como se pregona, una vuelta a casa grita una mujer enfebrecida de la sensación triunfante de un trabajo poco apreciado por lo que supone ser una clase, un sector, una elite, una subsección de la sociedad nacional, una clase política que hoy tiene rostro y perfume de mujer en sus primeras filas, una clase en donde no ingresas sino por tener la preposición “de” entre tus insignias sociales, porque eres el que vienes “de” parte de… o te formas en la filas familiares zurdas o diestras “de” tal apellido. Esa clase que no mira al que prende el cigarro a las 6 de la mañana en un paradero, y expira el humo hacia un gélido ambiente de junio, mientras la posta se llena de enfermos, su respuesta de clase es la medida del fabuloso plan, planes, planes y más planes.

Entonces tomaran cartas en el asunto, se harán cargo de… porque ese “de” los hace sentirse responsables, una carga en la historia, un carga en sus apellidos, una carga en sus espaldas que no los deja ser consientes; entonces esa mujer vuelve a tener fiebre, ya no de triunfo, sino de reproche, porque siempre se da vuelta la historia.

Yo vivo la historia, esa misma historia, desde una vereda distinta a la de hace cuatro años, seguramente será la posibilidad de ver una cambio que realmente es cambio, porque la guillotina será lapidaria, porque los cupos de sueldos disponibles son quizás escasos para quienes durante una cuaterna anual se mantuvieron rotando en otros puestos de nivel público inferior, más locales, más pequeños, reguleques quizás (…), pero que aun así no les hizo sentir cercanía con aquellos que no pertenecen a esa subclase; es verdad, es real, es mi intención que piensen que estoy siendo poco objetivo, que estoy especulando en demasía, mas lo que intento hacer es poder retratar o manifestar lo que me produce un once de marzo desde la incertidumbre.

Una incertidumbre que se acrecienta al no conocer voluntades honestas, porque si todo fuera honesto entonces seriamos de apellido Mujica, y a nadie le pesaría poseer ese “de” Mujica. Es que nadie tiene información, es que todo se vuelve confidencial, todo es clasificado, escondido, a hurtadillas, tal cual fueron planeados los cuatro años que quedan atrás, toda idea debe ser resguardada, la emoción hollywoodense es mucho más sabrosa en esa penumbra, más en este escenario donde todos y todas sienten parte del poderío institucional.

Entonces solo queda esperar, como un animalito a la espera que te tacen en la feria del matadero, esperar al mejor postor, al criterio del deshonesto, el que no se mueve con transparencia, quien prepara la coartada con sigilo de cazador politiquero. Serán momentos de movimientos de tablero de ajedrez, el todo vale toma la fortaleza de una defensa medieval, el actuar en bloques es el mejor resguardo dicen en los pasillos, todo con tal de provocar el jaque y mate de mutuo acuerdo.

Lo interesante es que hay una energía de permanencia, unas ganas de mantenerse e intentar formar parte de ese cambio no cambio, es increíble lo que el sentido casi altruista nos hace pensar que es posible, que se puede vencer la mano de la masa de los “de”, sin embargo puedo sostener que en algún momento lo pude vivenciar, y realmente hay que ser inteligente, al nivel casi manipulador y frívolo para lograr que ese cambio si sea real, jugando los mismos trucos, pero nunca renunciando a la honestidad, quizás eso sea lo que hace que me mantenga en ese silencio sepulcral de esperar. Porque el abandonar y ser excluido hoy se torna una imagen poco agraciada en los pensamientos.
 
 
 

viernes, 21 de febrero de 2014

Antes del encuentro

Sabes que siento el latir,
cuando los ojos se encuentran,
y se abrazan nuestros cuerpos.
Sabes que siento el latir,
cuando en la mirada profunda vislumbro recuerdos.
Porque hay miradas que miran el alma,
y almas que también miran.
Hay miradas que desnudan,
y palabras que visten.
Antes del encuentro somos el espacio que nos une,
el universo que nos imagina.
Mirada que es el universo desnudándose,
mirada que busca encontrarse en los brazos de la fiebre de la noche,
mirada que se hace latido,
latido que marca el ritmo del universo que nos sueña.

martes, 18 de febrero de 2014

Te Recuerdo.

Te recuerdo con cada luna,
cada estrella,
cada rayo de sol que ilumina mi visión,
con cada centímetro de mi cuerpo,
con cada respirar del pensamiento,
te recuerdo y te quiero,
y te quiero con el corazón entero,
con la mente en calma,
con el espíritu en la esperanza,
con la mente en el regocijo de tu sentir,
te quiero, te extraño y te acompaño,
me acompaño a caminar junto a tu pensamiento,
entre multitudes entonces declaro que te extraño,
y que te quiero,
y que en el amor te recuerdo.

viernes, 14 de febrero de 2014

14 Hoy y SIempre

Es real, está pasando, es producto de la colonización digital, es producto del imperio mercantil, es una necesidad primitiva por seguir a la masa, etc, etc, etc… sin embargo tengo la necesidad yo ahora de decir algunas cosas, primero efectivamente no estoy ni ahí con comprar flores, chocolates, tarjetitas, ni esas cosas en un 14 de febrero de cualquier año, prefiero la cursilería diaria de un te amo matutino, de una caricia fogosa junto a un apasionado beso, prefiero las ideas alocadas de un fin de semana prófugos por algún lugar de la ciudad o del país, la intensa pasión de inventarnos un 14 cualquiera. Sin embargo, la sociedad nos impulsa por el camino siguiendo la corriente, o la fila de carritos de supermercado, implementando las conmemoraciones universales, imprimiendo identidades “nacionales” importadas por las transnacionales por su puesto. Y es que entonces  me surge una pregunta ¿Cómo es que permitimos que solo un día al año se nos permita pensar en hacer el amor, en fantasías sexuales, comida afrodisíaca? ¿Cómo es que las iglesias no condenan este mercantilismo del amor, ese que proviene del gran dios y que se supone que es gratuito? ¿Cómo es que un solo día al año se permite que el hombre cromañón si pueda recibir flores, y además que la vida completa se tiña de rojos, rosas, lilas y sus derivados? ¿Tanta es la necesidad que hasta los machistas más fundamentalistas piensan con ternura, un solo día al año?
Sé que esta situación podría tener mil respuestas, pero mis preguntas siguen brotando, más pensando en cómo podría celebrar tanta gente que en realidad de la palabra amor no conocen nada, porque de eso no se habla, porque eso se esconde, porque el amor es pecaminoso dirían por ahí, porque el amor nace y muere de la triste soledad, porque el amor no es ese que hace revolotear mariposas en la guata, eso es atontonamiento. Hay que cuidarse porque el amor duele, solo se nos permite una vez al año sentirlo, porque es necesaria una vía de escape, entonces ese día sí que nos amamos. No me hace pensar otra cosa más que la confirmación  en la idea de que la revolución industrial sin dudas que tuvo acierto, ya nos formaron como máquinas de trabajo, que nos miramos solo una vez al año para poder respirar, para poder abrazar, para poder decir una vez al año, por ejemplo, mamá te amo.
Estamos en un espacio-tiempo que se no se nos permite soñar, porque eso es de locos, entonces renegamos del confiar, del seguir, del avanzar sin miedo, porque eso es lo que motiva el amor. Acaso la generación que vivía acomplejada por las botas milicas olvido “que el amor es más fuerte”. Definitivamente creo que no lo pensaron nunca, pero porque no nos enseñan a pensar, nos inducen a obedecer, entonces obedezco a la licencia de poder regalonear un 14 de febrero, o reivindicar la lucha de la mujer un 8 de marzo, y la celebración de los niños, solo un día para los niños.
Entonces me vuelvo a preguntar ¿Es que no podemos celebrar más de un día? ¿Qué es lo que se teme? Me temo que la respuesta es tan particular como la forma en que tenemos de celebrar, entonces mi opción es poder hablar con un borracho o un niño, porque ellos si responden con la verdad, la ingenuidad de la ignorancia infantil o la simplicidad de la borracha sinceridad; todo se vuelve tan turbio sin amor, que hay que llegar a extremos para poder ser quienes somos, lo que se nos olvida qué tenemos dentro, o lo que no reconocemos como parte de nosotros mismos.
Mi invitación es clara, no podemos seguir avanzando en una sociedad de “días D” como los días R de cierta tienda comercial ¿Ven qué casualidad? Ya no se puede, ya no es suficiente, la tierra lo pide y lo palpita, la nueva generación lo está cambiando todo, la simple historia les ira dando la razón a ese caminar de búsquedas por una vida espiritual más simple, más sincera, con muchos más días que celebrar o conmemorar, solo hace falta abrir los espacios, inclusos ganarlos si es necesario, luchar por re-construirlos y generar desde plataformas potentes los nuevos tiempos de esta nueva sociedad.
Que todos los días sean 14 de febrero, que todos los días nos importe el amor, que todos los días tengamos la necesidad de decir un te quiero, de dar una caricia, de regalar flores (última pregunta ¿Qué regalaremos cuando mueran las abejas, las seguimos descuidando?) que tengamos la licencia de soñar, incluso en lo sexual. Por lo pronto me seguiré preguntando, en cada uno de los “días D” cuál es la necesidad que los forzó a existir, sin duda que las preguntas y respuestas han de ser las mismas; por lo mismo entonces decido vivir en una vida de carnaval, de celebración y de amor, de sueños, risas y gritos de niño que no madura como dicta lo social.

Dafecio Clio.